Saturday, September 28, 2013

CINCUENTA Y UN MESES

Nos hemos puesto de acuerdo, volver nuestros pasos hacia aquello que Pedro Pablo, reabrió en su interior con su acción de apoyo para esa comunidad de enfermos incurables, nos ponemos y en esos tiempos nos pusimos en sus zapatotes, el sentir dolor ante el dolor ajeno, el sintió ese dolor como suyo, lo hizo suyo, desgraciadamente lo vivió en carne propia, esa desesperanza ante la realidad del terminar o irse de la vida, las diversas historias incluidas las del ese ente, de aquel que demostraba que no le importa ese familiar olvidado en esa casa, el buscar como proporcionar paliativos ante lo inevitable, días de conversaciones familiares sobre lo por el allí visto y vivido, el encontró una forma de comunicarse con sus necesitados, sus sesiones de películas de dibujos animados y esas risas que ellas ocasionaban, fue el joven de esas sesiones, de esos momentos de distensión, esas actividades que borraban los seños fruncidos, retornaba a su y nuestra casa, con esa mezcla de su sentir por sus ya suyos dolientes y el haberse sentido útil….. Levedad del ser…., difícil tarea de aquellos voluntarios ante lo inevitable. Pudimos apoyar a nuestro chiquillo en sus afanes de esas épocas…… el mismo sintió en sus huesos los límites de la humanidad, vivió esos límites, supo que había que vivir el día por día, el vio y estuvo con seres que fueron en un día a sus sesiones de películas, y al siguiente no fueron porque dejaban de existir. Esa experiencia, la vivió, la sintió más con ellos, sus incurables. El participó en esa casa en actividades grupales….como la hacedera de focacio…. Visionamos en el parcurso de los años, juntos los tres, en familia, en mas de una ocasión, en múltiples ocasiones, esa película de ficción, Amadeus, en donde se encomienda, al travieso, risueño maestro Mozart, componga una pieza, por necesidad de ducados, denarios, se compromete, la compone, se esfuerza en hacerla, en ese film se arguye con mucho arte que fue ese Réquiem, una de las causas de su fin…. O la causa última…. El ser muere…. Escena del cementerio una fosa común….


Parecería inconexo este asunto, ninguno de nosotros no podía ni de lejos, sospechar que nos encaminábamos a pasos agigantados a nuestro sino, destino, fatalidad, fátum, días y más días, sobre viviendo el día á día de un hospital, Pedro Pablo tenía su aparato de vivir películas o ficciones que las repartía con sus doctores y enfermeros, igual su música….., dio y recibió atenciones, expreso su querer, recibió amor, nunca fue el un terminal, ni era un incurable, lo incurable es su partida, se nos fue pero sigue con nosotros en el día a día, te recordamos y nos acompañas.