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Te dicen que es muerte cerebral.
Así de frío es el diagnóstico, que no logras asimilar al instante, debido a la brusquedad de la noticia. Detrás de esas dos palabras, bajo el telón surgen otros significados, muy personales:
Ya no van a haber mas visitas al asilo, ni más música o cómics o anime o series o películas; no mas caminatas vagabundeando por la ciudad, o perdiendo el tiempo en la terraza del asilo, ni mas clases de dibujo; se vienen como avalancha recuerdos, anhelos, melodías, nombres, sucesos, rostros, palabras; ya no puedes ordenar tus ideas, sabes que todas tienen un sentido pero este es caótico.
Apenas si recuerdas lo que balbuceaste por la línea. Cierras el teléfono, confundido, sin saber como reaccionar, ni que decir.
La situación, las palabras, las ideas, todo se funde en un solo grito de llanto que hace ebullición desde la boca del estómago hasta el hocico.
No puedes contenerte. Ellos tratan de calmarte. Pero es imposible calmarse. Te llena una desesperación, que si fuera física tuvieras ese mismo instante la fuerza de veinte hombres para quitártela de encima y evitar así que te asfixie. Pero esta sofocante sensación viene de adentro. Como un agujero negro, con la fuerza de mil gravedades que va llenando de angustia tu espíritu, te hace sucumbir lentamente en un sopor lacrimal.
Lo único que atinas a hacer es coger la cámara de fotos. Sales a la terraza. Ves como la luna se va ocultando en la montaña. Desarmas el trípode, lloras, abres la maleta y sacas la cámara, y lloras.
Lloras mientras tomas las fotos. Es un proceso totalmente automático, armar los lentes, enfocar, disparar, enfocar, disparar, llorar, enfocar, disparar, secarse el rostro, enfocar, disparar, no pensar, no pensar, no pensar nopensarnopensarnopensar!!!!
Te pasas la noche entera escuchando música. No puedes dormir. No quieres enfrentar este dolor en sueños. Al menos despierto estás mas consciente.
Recuerdas lo último que conversaste con él. La última frase, la última canción, lo último de todo. Porque al menos el consuelo está en como terminó. Esbozas una sonrisa cargada de una agridulce nostalgia. Al menos te pudiste despedir. No lo sabías en ese entonces, el momento que lo abrazabas y le decías que lo querías mucho, pero ese fue tu último momento con él.
Y vienen las lágrimas. Fluyen rítmicamente con la guitarra que suena en Wings… y le preguntas lo mismo que en esa estrofa que te estremece:
Daylight dims leaving cold fluorescence-Difficult to see you in this Light - Please forgive this selfish question, but… What am I to say to all these ghouls tonight?
Y los recuerdos brotan como las lágrimas. En unas pocas horas debes ir al hospital. Sus padres están ahí.
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