Hemos creado rutinas, nuestro sino es recordar, vivir recordando, al mismo tiempo siendo… Ro dice con mucha convicción y humor, Fernando ya somos: “clásicos”, esto aprovechando que estamos visionando y escuchando un canal de videos musicales de hace fu de años…
Somos historia que talvez si tenemos suerte, unos pocos recordaran, los nuestros ya son nuestros recuerdos, al momento somos un par de viejos conversando sobre lo que vivimos, eso que es lo nuestro es bien nuestro, hace más de una treintena de años, nos enrumbamos hacia el monte rumano, vacaciones de Navidad, el sitio es el valle de Cheia,una belleza, fechas de festividad, un gusano nos corroía, días nevados, días de fuegos, calor de leña, un excelente rosado buen vino hecho del suegro, las delicias culinarias proporcionadas por la suegra, ellos ignoraban que iban a ser mis suegros, descansen en paz los viejos,
mis miedos, mis temores, declaración de propósitos, que Ro dijo si, habíamos decidido en la noche de Navidad ser y formar una familia. Nosotros los esclavos soportamos la infamia de la aprobación de nuestra unión por parte de los camaradas comunistoides reinantes en la Dacia de ese entonces, hicimos familia, a la aprobación fuimos desterrados, fuimos tres con la venida de PP, hoy somos nuevamente dos y nuestros recuerdos.
Año a año, el hacer familia, el Belén y claro el árbol de Navidad, nuestro transitar con nuestro chiquillo, historias de varias culturas, costumbres de dos terruños, aquel distante y el que pisamos… el pesebre la suma de todas las cosas, figuritas, troncos, piedras, que los tres juntos año a año atesoramos, porque no conservar aquello que es muy nuestro, nuestras iglesias dicen de lo mismo, si el hacer el Belén es costumbre y muestra de fe, había que hacerlo.
No se si el cuento sea cierto, pero lo hicimos nuestro, se dice que al niño que está en el pesebre, que nace año a año, hay que brindarle por lo menos un obsequio, bella manera de hacer crecer el Belén, el nuestro fue creciendo de esa manera, y de todos los aportes que se nos ocurrían, PP escuchaba sus cuentos, de ellos aparecieron los nomos en el pesebre, y otras figuras que le gustaban, todo lo que pensaba que un pesebre andino moderno ecológico debía poseer, fue en el mismo colocado, viendo sus afanes una profesora amiga le regalo un pequeño niño traído de Roma, paso a ser el niño de nuestro Belén.
En final años y años de hacerlo juntos, es lo nuestro y cada cosa del mismo es nuestra historia, muchas pequeñas cosas este año ya no pudimos ponerlas en el Belén, el paso de los años nos afectan las articulaciones, pero sus flores de monte y las piedrecillas de sus ríos, así como nuestros momentos, están en el mismo. Continuamos con el hacer de la novena, sentados frente al Belén, y cada día le vemos a PP cuando viene el turno de declamar la oración del Padre Nuestro… esa era su parte y la cumplía con mucho empeño. Siempre suenan los villancicos o colinde, de aquellos que recopilo nuestro chiquillo.
Hemos parado el arbolito, que es otra historia, a nuestros primeros pasos y días en estas tierras, el mismo fue una rama de pino adornado con papelitos de colores, cajitas de medicinas revestidas de pintura, conos y figuras hechas de flores o semillas de eucaliptos, unos pocos globos y un juego de luces, luego el mismo siempre fue natural, homenaje a lejanas tierras y al olor del pino, fueron apareciendo los bombillos, luces, adornos que eran escogidos de los almacenes existentes, esfuerzos que se justifican.
Hemos levantado el árbol, no es semejante a aquellos que con PP lo adornábamos, el paso de los años nos afectan las articulaciones, y aquello que no nos duele nos preocupa, talvez habrá dejado de funcionar. Cada cosa que se pone en el árbol es una historia, ahí están sus queridos tesoros.
Larga la historia, nuestra historia de a tres de casi veinte y ocho años, nos toca continuarla de a dos, como lo hacemos desde hace tres años…. Vamos terminando, los recordatorios no lo son si no existe la mesa puesta, la típica ensalada de carne (bouef), los enrollados de carne en hojas encurtidas de col y el infaltable pan de pascuas rumano (cozonac), junto a otras viandas, en algunos años fue el pavo al horno o la pata de cuchi al horno.
El olor a casa, en nuestro caso tan el olor a las flores por el aniversario, eso somos, dos viejos, los clásicos, nuestros recuerdos, alegrías y otros de haber vivido, hacemos las cosas despacio, lento, nuestros pensamientos, recuerdos son lo nuestro, sumemos lámparas de aceite y luz de velas…
Esperamos tengan buenas fiestas …..Sea lo que sea, venga lo que tenga que llegar.
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