ELEVANDO PLEGARIAS
Elevándolas, las sensaciones
llegan porque ha llegado su tiempo, su tiempo de arribo, si en tu camino se te
pone al frente la inmensidad, no puedes asemejarte a esa piedra dura de la cual
el poeta dijo que ella no siente, por supuesto no puedes ser semejante a esa o
cualquier otra piedra, en tu interior algo de la inmensidad te obliga a
recordar una plegaria, es frustraste cuando caminando estas recibiendo tanto,
sintiéndote tan pequeño sin poder comunicarlo, capturas lo que puedes, contando
pasos, la senda sube, baja, vuelve a subir, paso a paso, será casualidad o
causalidad, pateas un guijarro, la vista sigue su trayectoria, él ha rodado
hasta llegar a asentarse junto al pequeño vegetal, esa corona amarilla te hace
un guiño, se acabó lo grande es el detalle que atrae la vista, lo inmenso, lo
cercano, sopla el viento, continuar para arriba en la senda, rescatar ese jugar
de luces, sombras, hasta cuando llegue lo obscuro de lo obscuro, hace frío, el
ocaso, sabes por donde llegaste, hay que retomar la senda para abajo, sabes que
tienes a los lados del camino profundidades, prendes tu luz, silencio en el
cual habla el viento con tus pensamientos, tomar el tiempo con calma, apagas tu
luz, caminas por lo obscuro, tus pasos alborotan la grava, la pájara salta
molesta por el sonido de la gravilla, no era un ser del otro mundo, ya has
vislumbrado tu meta, ya ha pasado el temor, la inmensidad, sigues masticando tu
plegaria…. allá donde están los míos, cuidales...
No comments:
Post a Comment