Continuó tratando de asimilar
día por día, este vivir actual siempre acompañado de mis recuerdos, buscando encontrar una
explicación del porqué de lo acontecido, es evidente un existimos para dejar de
hacerlo, en mi egoísmo quisiera poder tenerte conmigo, tenerlos conmigo.
Se cumplen tres años de tu
partida, Rodica trato y seguiré repitiendo lo que me enseñaron los tuyos, que
hicimos nuestro al despedirse de nosotros Pedro:
“Dios, dame la fuerza para
recibir todo lo que me trae el día de hoy que lo recibiré con paz en el alma.
Hazme lo suficientemente fuerte para entregarme a toda tu santa voluntad. En
cada momento del día de hoy, aconséjame y ayúdame en todo. Cualesquiera sean
las noticias que las reciba en este día, enséñame a recibirlas con el alma
tranquila y endurecido en la creencia que en todo está tu santa voluntad. En
todos mis hechos y en todas mis palabras, tú guía todos mis sentires, en todos
los hechos inesperados no me dejes olvidar que todo viene de ti. Enséñame a ser
abierto y prudente con cada uno de los miembros de mi familia espiritual, no
amargando a nadie, ni entristeciendo a alguien. Dios, dame fuerza para llevar
el cansancio del día de hoy y todos los hechos que vengan hoy. Guía mi
voluntad, enséñame a orar, a esperar, a creer, a amar, a soportar y a perdonar”.
De estas tierras que hiciste tuyas un:
“Padre Nuestro hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
De otros lares, de tus amigos:
“Bendito sea Su gran Nombre para siempre, por toda la eternidad; sea bendito, elogiado, glorificado, exaltado, ensalzado, magnificado, enaltecido y alabado Su Santísimo Nombre.
Han florecido ciertas flores, las mismas marchitan muy rápido, me queda
el haber asistido a ese milagro, siempre pensando lo que tu afirmabas, hay que
ver las cosas en su cercanía, en su esencia, de cerca, continuó con mis velas, voy a
buscar un sitio tranquilo espero poder entrar a alguno de aquellos lugares que
te gustaban.
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