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SETENTA Y CINCO MESES ..................
Día de escribir sobre mis recuerdos,
cada persona tiene en sí misma, lleva pegada a su físico, un olor
característico, propio de él, inconfundible,
no soy especialmente diestro en reconocerlos, mi sentido del olfato es
pobre, (el popo siempre olerá a popo siendo siempre desagradable), en la
obscuridad aún más si la misma es profunda, los sentidos tienden a agudizarse
llevándonos a reconocer en ese umbral los seres más queridos….
Han pasado los días, de cuando
aquel chiquillo, el nuestro sucumbió a su enfermedad, cumplió su destino en
estas tierras, su madre fue a buscarlo, me tocará cuando me toque tratar de
juntarme a ellos, mientras en estos días me ha asaltado ese olor del jabón que
tanto gustaba a Pedro Pablo, que en este país ya no existe, motivos de no
importaciones, salvaguardas, tonteras del estilo de hacer más pobres a los
pobres, el repartir la pobreza, más ricos a unos cuantos sapos
Me fue suficiente abrir un cajón
de un mueble para que me inunde el recuerdo de Pedro, lo vi, lo sentí junto a
mí, efecto del olor de su jabón en mis recuerdos, de esto son varios días
atrás, pero en mi obscura soledad ese olor se incrementa, su físico imponente
viene permanente conmigo, el olor a limpio es inconfundible, escucho su reír,
sus dichos preferidos, papa eres un dinosaurio, luego aquel tomado de los
americanos, aquel del chancho al que pretendes enseñarle inglés logrando que el
pobre se aburra, su sarcasmo sobre las lechugas, la moda de lo vegetariano, su
decir pero que buenas son las hamburguesas….
Leía nuevamente a Sorescu, se
termina un destino, se pregunta pero existe otro, a mi me me queda mi fe….. siguen conmigo
o yo estoy con ellos….olor a otras épocas, a mis seres en mis recuerdos
Estos últimos días fríos en este
septiembre, me han asaltado más lunas esas lunas crecientes vistas desde su
querido Cotopaxi, luna cada día más grande en mis largas noches admirada desde
mi cocina, más esta la luna roja o de eclipse que se nos ha acercado a mover
más recuerdos, el tiempo circula, el
poeta Sorescu tan nos dice llega el tiempo cuando debemos trazar una negra línea
bajo nosotros y echar cuentas….que esperamos, que espero en mi fe volver a ser
lo que alguna vez fuimos, fui uno, fuimos dos, fuimos tres, regresamos
dolorosamente a dos, que sufrimiento llegar a uno, ansío volver a tres.
Mis velones, velas continúan encendidos.
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