Sunday, May 24, 2015

TE PIDO INSCRIBELOS EN EL "LIBRO DE LA VIDA"


Los años pasaron desde nuestro escape, exilio, desarraigo, expulsión a la que nos obligaron los camaradas de Rumanía, en nuestra diáspora ya nos habíamos clavado o radicado en esta geografía del realismo fantástico, en medio de montañas, sincretismos, tradicionalismos, parroquialismo, nos habían entre tiempo, sucedido otras no deseadas barbaridades, vamos a por una de ellas, nuestro chiquillo Pedro crecía con nuestras atenciones sin otra compañía, sin un hermano,  nosotros los adultos con nuestros juegos, nuestras travesuras, las travesuras de esos sus padres, llevaron al estado de gracia de Ro, corre que te corre como siempre al brujo ginecólogo, la realidad nos volvió a golpear con su bien cerrado puño, de hecho nos proporcionó otra tunda, siempre tratamos de vivir apaciblemente, pero la dura vida nos revolcaba en su torbellino, Alex el dotore después de todos los exámenes, más exámenes, dio su sentencia, nos puso a elegir, el antecedente Ro había perdido hace unos años uno de sus riñones, posiblemente Fernando se quedaba con dos chiquillos o quien sabe con solo Pedro Pablo, o seguíamos siendo el grupo de a tres Ro, Pedro, más Fernando, lágrimas, crujir de dientes, siempre la sensibilidad a flor de piel, más preparativos esta vez para esta nueva intervención quirúrgica, carreras financieras, arreglos con la casa del dolor, ingreso a clínica de Ro, operación o intervención, habíamos nuevamente perdido aquello que más deseábamos, molestias post operatorias por reacción a la anestesia, por el problema sicológico, retorno triste, abatidos a nuestra casa. Prever, planificar, suena ideal.


El recuerdo de ese suceso tan difícil, siempre fue o se transformó en una pesada carga sobre nosotros, en especial sobre Ro, una madre es una mujer que nunca olvida, memoria con dolor de madre elefante, este siempre fue un tema difícil de conversación, cuando más nos dolía, Ro volvía con su pregunta, debía ser un niño, de hecho lo fue, hubiese sido nuestro segundo descendiente. Vivimos con nuestras decisiones. Arrastramos nuestros propios fardos. 


Capítulo familiar delicado con el cual cargamos, decisión que nos marcaría por siempre, renunciamiento, cuanto tenemos, cuanto estamos supuestos o dispuestos a perder, leía algo que bien engloba, concreta o resume esta historia: “el sacrificio consiste en entender aquello que se va a perder”, ahora entiendo que lo que entendimos a la fecha del suceso, no fue el todo entendido, comprendo que el vivir con lo que se ha perdido luego de decisiones necesarias, es inmensurable,  termino siempre con mi petición al “más grande”, que se concreta en repetir en mi egoísmo lo que muchos me han enseñado, pero lo merecen los míos que han partido, por favor: “Inscríbeles en el Libro de la Vida”.  

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