Veamos, primeras horas del día en ciernes, aquellas horas canónicas denominadas maitines, esas que ahora serían numeradas o contadas entre las dos y tres horas del día, aquellas en las que se va haciendo costumbre, nos encuentran paseando por la casa como fantasmas, esas horas de vigilia, donde te las pasas revisando que tus tres pájaros, duerman tranquilos, donde revisas el nivel del aceite de tus lámparas y la permanencia tenue de la luz de tus velones, donde te dices y masticas tus cuitas y de cuando en cuando le preguntas al hacedor, ¿por qué se han multiplicado los que me afligen?, te agolpan recuerdos de días de antaño, pero tienes camino por andar, cumplimos tu voluntad y lo andamos, no hay tañir ni toque de campanas, hay el silencio, que solo es roto por el ruido del sereno o ronda que pita su miedo y soledad, así gana su diario.
De pronto recuerdas, has leído que es el día nacional de tu segunda patria y primera de Ro y de Pedro Pablo, que se festeja el día en que se unieron varias regiones e intereses para hacer una sola … , recuerdas que por estas fechas los segundos tuyos, terminaron con el yugo de los nuevos listos, sapos, redentores, que se celebrarán paradas militares y se ofrecerá a los viandantes un plato de comida típica, frejol con costilla de cochino, delicius. Y porque no recordar la canción del grupo Tacuba, que tanto gustaba a PePo, donde hacían relación a las maitines, a nosotros nos quedan en las horas de vigilia, el clamar tomando de la oración de maitines de los ortodoxos:,… "con tu justicia nos sacaras de la tribulación y con tu misericordia exterminaras a los que mal nos desean, y perderás a los que nos atribulan…". en cualquier caso algo sucederá.
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