Veamos otra secuencia de aquello vivido, hace demasiado tiempo cuando decíamos por las tardes y noches a nuestro chiquillo Pedro, los habíase una vez, es decir cuentos y mas cuentos, en un día de esos cuestiones de trabajo nos llevaron como familia de a tres, a asistir a una feria de mu, mu, (vacas lecheras y sus parientes), donde existían igual algunos plantadores de flores que intentaban expandir su mercado exponiendo sus planticas, a Ro le gustaba la jardinería, se dio forma de tomar a su manera de unos expositores israelitas, una hijita clavel, que con sus cuidados la multiplicó en casa, era una de sus consentidas, con todos los cambios que soportamos lo que me ha quedado es nostalgia por todo lo bueno.
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