Me ha venido como de cuando en cuando se me ocurre el mirar el limitado paisaje que cubro a través de la ventana del cubículo en que asiento día a día mis posaderas en el sillón algo cómodo que esta frente a mi ordenador, teclado, pantalla, cámara y toda esa cantidad de tonterías que descansan sobre mi viejo escritorio, me he sorprendido ante el color o la gama de colores del cielo al momento del atardecer.
Lateral al escritorio, tengo de costumbre el aparato con su objetivo colocado en su trípode orientado creo que es hacia el oriente, en general listo para capturar lo que pueda considerar digno de hacerlo, dentro de la búsqueda de mejorar con el tiempo mi forma de adquirir un nuevo momento de sentimiento.
Había olvidado revisar si la batería estaba con su carga disponible, bueno la carrera por una nueva llena era ineludible, luego me vino tratar de enfocar lo nítido que se pueda con el ojo tuerto, por suerte natura es generosa, eso si había que obtener lo mejor evitando los obstáculos que presenta la ciudad con sus edificios, cables y mas resultados de la presencia de la civilización, bueno algo he logrado, al elegir una toma vertical, es mas tengo en el resultado ese color inequívoco de un buen atardecer. Lo satisfactorio siendo como soy egoísta es exclamar, eso es lo que busque, quería un cielo colorido, la arbolada apenas en proporción mínima, he pasado un momento placentero, claro me hubiese gustado que en físico me acompañasen los míos de mua.
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